Una de las ocupaciones de mi madre es encontrar lanas buenas, bonitas y baratas.
Generalmente las encarga a Madrid.
Ahora está preocupada con el precio de los botones, ya que encarecen mucho las chaquetitas de doble botonadura y ella prefiere no subir los precios porque parece ser que la gente no está dispuesta a gastar el dinero alegremente.
Los tiempos del charleston han pasado a la historia.
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